Casa de Niños 3-6 años

Niños de tres a seis niños trabajan y viven juntos, como miembros de una familia. Esta mezcla de edades de tres a seis años genera disciplina, independencia y responsabilidad hacia el abiente y los otros miembros de la comunidad. Cuando los niños trabajan de esta forma, su nivel de independencia crece y al mismo tiempo se dan cuenta de que sus acciones benefician a otros.

Mientras que los niños trabajan con objetos reales como cepillos reales de limpieza y tapetes reales que barrer, obtiene habilidades reales que les permitirán participar de manera más plena en su vida en casa y en la escuela.

Junto con estas lecciones de vida practica los ejercicios de gracia y cortesía le ayudan al niño a controlar su cuerpo y a moverse de forma más graciosa para su vida social, a través de estas actividades los niños desarrollan un verdadero sentimiento social.

La primera esencia del desarrollo del niño es la concentración. Esta es siempre solitaria, incluso en la mitad de una
multitud, y no existe un logro real si esta no se lleva a cabo.

El trabajo de los niños en Montessori va más allá que los simples logros académicos u objetivos pragmáticos. Cuando los niños pueden poner bajo control sus impulsos y actuar intencionalmente para obtener una meta externa, un profundo cambio en su personalidad está ocurriendo.

Al lado del trabajo con cubos, prismas y de niños libres y rompecabezas, pequeñas mesas y sillas, libros y plantas etc., un ambiente Montessori incluye otros elementos menos tangibles pero igualmente importantes. Esta son las reglas básicas designadas para facilitar las posibilidades de socialización.

En una Comunidad Montessori de niños libres y activos los sentimientos sociales emergen de manera espontanea. Los niños mayores ayudan a los más pequeños y los niños más chicos toman de modelos a los niños mayores. Los niños aprenden a esperar turnos para compartir el material así como para dar una ayuda real cuando es necesaria.Un evidente sentido de comunidad surge, un microcosmos unido más por la mente absorbente inconsciente que por el esfuerzo onsciente.

Los niños a esta edad son llevados a relacionarse con su ambiente, eventos y el tiempo. Nuevos lazos se crean que iniciaron con el lazo de madre e hijo que ahora se extiende a un grupo más grande de compañeros.

A los tres años de edad la personalidad alcanza el primer nivel de integración. Si el niño no es rechazado responderá con


sentimientos de gratitud, confianza y respeto hacia aquellas personas que estén dispuestas a ayudarlo y orientarlo en su mundo.

Los niños de cuatro años pueden formar cantidades de números hasta los miles y entre los cinco y seis años pueden sumar, restar, multiplicar y dividir. Las tendencias universales comunes a todos los seres humanos como es la abstracción, investigación, imaginación, creatividad, etc., se combinan para crear lo que la Dra. Montessori llama la mente matemática.

 



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